John Keats
DORMIR
¡Oh suave bálsamo de la callada medianoche!
Cierras con cuidadosos y benignos dedos
Nuestros ojos amigos de oscuridad, huídos de la luz,
Amparados en la sombra de un olvido divino;
¡Oh delicadísimo sueño!¡ Si así lo deseas, cierra
En medio de este pequeño himno mis obedientes ojos,
O espera al “Amén” para que tu adormidera arroje
En torno a mi lecho sus arrulladoras bondades.
Luego sálvame, o el día acabado resplandecerá
Sobre mi almohada, engendrando muchas aflicciones,-
Sálvame de la curiosa Consciencia, que aún impone
Su poder sobre la oscuridad, hurgando cual topo;
Gira diestramente la llave en las aceitadas cerraduras,
Y sella el silencioso cofre de mi Alma.
AL VER LOS MÁRMOLES DE ELGIN
Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa,
como un sueño inconcluso, la espera de la muerte
y cada circunstancia u objeto es una suerte
de decreto divino que anuncia que soy presa
de mi fin, como un águila herida mira al cielo.
Pero es un delicado murmullo este lamento
por no tener conmigo una nube, acaso un viento
que hasta abrir su ojo el alba me dé tibio consuelo.
Estas borrosas glorias que imagina la mente
prestan al corazón un territorio escondido
y un extraño dolor cuyo prodigio silente
mezcla la helénica grandeza con el sonido
del Tiempo ya pasado o de un mar inclemente,
con el solo la sombra de un ser desconocido.
AL EXAMINAR POR PRIMERA VEZ LA TRADUCCIÓN DE HOMERO, HECHA POR CHAPMAN
Mucho he viajado por los dominios del oro,
y muchos reinos y estados hermosos he visto;
alrededor de muchas islas occidentales estuve
que poetas en lealtad defienden para Apolo.
A menudo me han hablado de un vasto espacio
que el profundo Homero gobernó como heredad;
pero nunca respiré su pura serenidad
hasta que escuché a Chapman hablar recio y osado:
entonces me sentí como un observador de los cielos
cuando un nuevo astro deslízase en su visión;
o como el fornido Cortés cuando con ojos aquilinos
miró al Pacífico; y todos sus hombres
miráronse entre sí con desenfrenada conjetura:
en silencio, desde un cima sobre Darién.
Desde el 11 hasta el 13 de un total de 13 obras de John Keats