22 Poemas de Walt Whitman
AL COMENZAR MIS ESTUDIOS
Al comenzar mis estudios, el primer paso me agradó mucho,
El mero hecho consciente, las formas, el poder moverme,
El menor insecto o animal, los sentidos, la vista, el amor,
El primer paso me dominó y tanto me agradó
Que me costó proseguir y si me detuve fue
Porque quise detenerme allí, holgazaneando para cantar
eso en mis extasiados cantos.
¡OH, CAPITÁN! ¡MI CAPITÁN!
¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán! Nuestro temeroso viaje está hecho;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta, el premio que buscamos está ganado;
el puerto está cerca, escucho las campanas, todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla, el barco severo y desafiante:
Pero ¡Oh corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta,
caído muerto y frío.
¡Oh capitán! ¡Mi capitán! Levántate y escucha las campanas;
levántate, izan la bandera por ti, por ti suenan las cornetas;
por ti ramos y cintas de coronas, por ti se amontonan en las orillas;
Por ti te llama la influyente masa, giran sus rostros impacientes;
¡Aquí Capitán! ¡Querido padre!
Este brazo bajo tu cabeza;
Es como un sueño sobre la cubierta,
Has caído muerto y frío.
Mi capitán no responde, sus labios están pálidos e inmóviles;
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad;
El barco está anclado sano y salvo, el viaje ha terminado y se ha hecho;
De un viaje temeroso, el barco triunfador, entra con su objetivo realizado;
Exultamos, ¡oh costas y tañidos, oh campanas!
Pero yo, con triste pisada
Camino en cubierta donde está mi Capitán
Caído muerto y frío.
EN ESTE MOMENTO
En este momento, sentado a solas, anhelante y pensativo,
Me parece que en otras tierras hay otros hombres también anhelantes y pensativos,
Me parece que puedo mirar más lejos aún y divisarlos en Germania, Italia, Francia, España,
Y lejos, más todavía, en China, o en Rusia, o en Japón, hablando otros dialectos,
Y pienso que si me fuera posible conocer a estos hombres
con ellos me uniría, tal como lo hago con los hombres de mi propia tierra,
¡Oh! Yo comprendo que nos convertiríamos en hermanos y amantes,
Yo sé que llegaría a ser feliz con ellos.
MIRA EL MAR INFINITO
Mira el mar infinito.
Sobre su pecho sale a navegar un navío
Que despliega sus velas, incluidas las de gavia.
Su pendón ondea en lo alto mientras aumenta
Su velocidad de manera majestuosa.
Debajo, las olas rivalizan,
Rodean al barco, apiñándose,
Con brillantes movimientos circulares y espuma.
¡DURANTE CUÁNTO TIEMPO NOS ENGAÑARON!
¡Durante cuánto tiempo nos engañaron!
Trasmutamos ahora,
nos apresuramos a huir
como huye la
naturaleza,
Somos la naturaleza,
durante mucho tiempo estuvimos lejos.
Pero ahora volvemos,
nos convertimos en plantas,
en troncos, en follaje,
raíces y cortezas.
Estamos asentados en la tierra,
somos peñascos,
pastamos,
somos dos en medio de la hacienda bravía,
tan espontáneos como los otros.
Somos dos peces que nadan juntos en el mar,
somos lo que son las flores del algarrobo,
derramamos fragancia
en los caminos de la mañana y de la tarde.
Somos también lo sucio de las bestias,
de las plantas, de los minerales.
Somos dos aves de rapiña,
nos elevamos en el aire y miramos la tierra.
Somos dos soles que deslumbran,
somos nosotros dos los que giramos,
cósmicos y estelares,
somos como dos cometas.
Merodeamos, cuadrúpedos y feroces, por la espesura,
y saltamos sobre la presa.
Somos dos nubes que se desplazan en lo alto
cuando amanece o atardece.
Somos dos mares que se unen,
somos esas olas felices que se revuelcan
y se juntan, mojándose.
Somos lo que es la atmósfera,
transparentes, hospitalarios,
permeables, impermeables.
Somos nieve, lluvia, frío, tinieblas,
somos lo que el planeta engendra y protege.
Hemos descrito círculos hasta volver los dos al hogar,
hemos renunciado a todo,
salvo a la libertad y a nuestra alegría.
COSMOS
Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos.
UNA CLARA MEDIANOCHE
Esta es tu hora, alma mía; la de tu libre vuelo hacia lo indecible.
Lejos de los libros y del arte, consumido el día e impartida la lección,
entera emerges, silenciosa y contemplativa, a considerar los temas
que más amas:
la noche, el sueño, la muerte y las estrellas.
HE AQUÍ MIS MÁS FRÁGILES HOJAS
He aquí mis más frágiles hojas, que son, sin embargo, las más duraderas,
a su sombra oculto mis pensamientos, no las muestro yo,
pero ellas me muestran más que todos mis poemas.
COMO ADÁN
Como Adán, por la mañana, temprano,
Pasea fuera de la morada templada por el sueño,
Lo contemplo cuando, al pasar y escuchar mi voz, se aproxima,
Tocándome, tocando con las palmas de sus manos mi cuerpo,
Sin que mi cuerpo se resista.
ME CELEBRO Y ME CANTO A MÍ MISMO
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo asuma tú también habrás de asumir,
Pues cada átomo mío es también tuyo.
Vago al azar e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo sobre la tierra,
Para contemplar un tallo de hierba.
Mi lengua, cada molécula de mi sangre formada por esta tierra y este aire.
Nacido aquí de padres cuyos padres nacieron aquí y
Cuyos padres también aquí nacieron.
A los treinta y siete años de edad, gozando de perfecta salud,
Comienzo y espero no detenerme hasta morir.
Que se callen los credos y las escuelas,
Que retrocedan un momento, conscientes de lo que son y
Sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal, me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno, original energía.
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