Nemo
DE LA INACCIÓN
Es una ardua espera;
ver los días pasar,
ver las noches llegar.
Y excepto las horas, nada pasa y nada queda.
Quema esta soledad.
Familia, amigos y conocidos,
empiezan a ser anodinos.
Y nada pasa, nada queda.
Y siguen turnándose los soles
a los que oigo reír de que esté sólo.
Solo tengo el desespero de una ansiedad no resuelta
porque nada pasa y nada queda.
DEL SILENCIO IMPOSTADO
Nos mandan a callar.
Nos quieren cobardes y sumisos,
mas no entienden nada.
No saben que vivimos de ilusión
de sonrisas y de esperanza.
Y que por mucho que pase el tiempo,
o que crezcan las amenazas,
no desaparecerá el orgullo que han herido.
No se pierde la voluntad,
sino que se hace más fuerte.
Ni con mentiras, ni con migajas.
nos podrán convencer.
Porque hemos estado allí,
porque somos sus radicales
porque somos sus delincuentes.
Nos quieren cobardes,
dóciles, sumisos.
Pero nos encontraran siempre delante.
Siempre enfrente.
DEL SUEÑO
Anoche vislumbré un sueño
No fue épico, ni sonado
aparecías tendiéndome la mano,
con una mirada suave.
De mi vida ya no soy dueño.
Porque gracias a tu sonrisa
vivo sin melancolía,
emocionado con el nuevo viaje.
Ya no hay más versos
ahora que palpita mi pecho,
ahora, cuentan los hechos
un cuento de amor de ésos.
DE LA LARGA NOCHE
Te vi en la larga noche por última vez
como un difuso recuerdo.
La misma noche que, sin ti,
se hizo eterna.
Vagué por los rincones de la memoria,
tratando de mantenerte viva.
Y, en cada encrucijada,
retumbaban los lamentos de mi mala suerte.
Más fue tan larga la noche,
que olvidé tu sonrisa,
que olvidé tus caricias,
que olvidé que te quería.
DEL NUEVO PRIMER DÍA
Cuando te sientas perdido,
y sepas que nada queda por hacer.
Cuando todos tus sueños se hayan ido,
piensa que más bajo no podrás caer.
Así que levántate, amigo.
Sacúdete la melancolía
Y escucha, que muy en serio te lo digo;
¡Celebra el nuevo día!
Ahoga las penas,
átalas, guárdalas bajo llave
o grítalas al viento para que éste se las lleve,
y así notarás que a ti ya no te pesan
EL PESO DEL TIEMPO
Hay una intensa carga
que oprime, asfixia y esclaviza,
que no se detiene
ni aunque la quiera dejar de lado
Y se ceba
Persiste en el correctivo.
Persiste en la sanción.
Persiste.
Más cuando hinco la rodilla,
sobreviene el alivio
y respiro ligero.
EL BESO DEL TIEMPO
Con una reconfortante caricia,
evoco la juventud, la niñez, la despreocupación.
Rememoro los cálidos momentos
de tiempos mejores.
Ésta memoria cuyos recuerdos acechan,
indiferentes a mi deseo,
indiferentes a como soy hoy,
indiferentemente crueles.
Más sin esa carícia,
por mucho que trate de olvidarlos
no consigo recordarlos.
DEL OLVIDO Y LA SUPERACIÓN
Esta poesía no es una mercancía,
viene de muy adentro.
Así que ¡siéntela como la luz de un nuevo día!,
que en ella he puesto todo lo que siento.
Primero puse la confusión, propia de quién duda.
Después puse el coraje, patrimonio de la juventud.
Les siguió un frío vacío, el mismo de quién se asusta;
y acabó con el gozo de la plenitud.
Ahora ha pasado el tiempo,
he vivido como pensé que quise vivir.
Sin más abandonaste mi pensamiento,
y puedo volver a reír.
DE NO SABER HALLAR SU SITIO
De irrelevante apariencia,
el pasear esconde una gran ciencia.
Lo sé yo, que cultivo dicho arte
cuando el corazón se me parte.
No por ningún desamor,
más bien, pesa el desazón
de no entender éstos pasos
de no comer de éstos pastos.
Veo como reís todos y todas,
mientras a mí, me arrastran las olas
Del mar furioso,
que duda de todo lo hermoso.
ISLANDIA
Rodeada de mar,
de ceniza hizo su abrigo,
que son del círculo polar,
sus viento, agua y frío.
Tierras de fuego y hielo,
en la mente tu nombre evoca,
pero nada se tan cierto:
quién te piensa se equivoca.
Del vivir das ejemplo,
aúnas todas contradicción,
que entenderte requiere tiempo,
y más de una aseveración.
De elfos y trolls eres morada,
no de hombres ni de Dioses,
pues arrojado a la cascada,
hasta el más pintado vióse.
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